Que gozada!.
Acabo de ver el enlace dirigiendo a Haydn en el Andante de la S101 y menuda juerga. Me encanta la forma de dirigir. Por supuesto que la música a veces es una fiesta y como tal hay que tratarla, siempre me ha parecido raro eso de estar sentado en una butaca con cara circunspecta escuchando y viendo una interpretación que para más inri está pensada para bailar.
En cualquier caso, como director festivo es la caña, me gustaría escuchar o ver algo de como maneja algo más solemne, esta manera tiene sus limitaciones como las tiene su contraria.
De momento sigamos con la fiesta Norrington que para Cuaresma queda mucho y entonces habrá que llamar a Kna :-D.